Competencias laborales existen miles, pero en todo proceso de selección personal, hay algunas que van a destacar significativamente sobre otras. Es lo que se evalúa de cualquier candidato y, además, es lo que puede hacer la diferencia para tus colaboradores.
El presente artículo se enfoca en explorar qué tipos de competencias laborales son las que mejor benefician a tus colaboradores, información central para que todo marche de maravilla. Así que, comencemos.
Competencias laborales: qué son
Para comenzar, hay que responder a una pregunta que parece simple, pero a la que muchas personas no pueden responder: ¿qué son las competencias laborales? No es un concepto difícil de comprender, así que echemos un vistazo.
Al hablar de competencias laborales nos estamos refiriendo a los conocimientos y habilidades que posee una persona. Aquellos conocimientos y habilidades que le permiten responder ante tareas y dificultades en el trabajo. Es lo que hace competente a un individuo para un determinado puesto de trabajo.
Además, estas competencias constituyen un nivel mucho más profundo que el de la simple técnica. La técnica constituye los conocimientos para ejecutar una tarea, las competencias hacen posible que se ejecute dicha tarea. Hay que saber realizar algo y ser capaz de llevar la teoría a la práctica.

Clasificación de las competencias laborales
Habiendo dicho esto, pasemos a explorar cuáles son los tipos de competencias laborales existentes. Cabe destacar que estas se dividen en grupos: las básicas, las genéricas y las específicas. Después de distinguir entre ellas, pasaremos a las competencias más demandadas y, por ende, las más útiles para los colaboradores.
Empecemos por las básicas, aquellas que son fáciles de encontrar en cualquier individuo. Incluyen las que uno adquiere al haber pasado por una educación básica. A su vez, se subdividen en dos grupos.
∙ Competencias personales: leer, escribir, sumar, restar, dividir… es decir, las que se obtienen mediante la educación obligatoria.
∙ Competencias sociales: estas vienen integradas en los procesos de socialización, consiste en saber ciertas normas de conducta adecuadas para diferentes situaciones.
Lo común es que todas las personas de una misma cultura cuenten con estas competencias básicas. En el caso de que alguien provenga de una cultura distinta, hay que tener en consideración que poseen competencias básicas propias, lo cual les permitirá desarrollar también las nuestras. Lo bueno de estas es que cualquiera puede incorporarlas con tiempo y dedicación.
¿Cuáles son las competencias laborales genéricas? También son llamadas transversales. Estas son aquellas que resultan de utilidad para todo tipo de trabajo, sin tener en cuenta aspectos más concretos.
Algunos ejemplos son los nombrados a continuación: pensamiento creativo, aprendizaje continuo, inteligencia emocional, trabajo en equipo, proactividad, comunicación, adaptabilidad, resolución de problemas, gestión, planificación, entre otros.
Las genéricas difieren de las básicas por el hecho de que ciertas personas tendrán algunas competencias transversales que otras no, mientras que las básicas deberían ser, como ya hemos visto, universales.
El tercer y último grupo es el de las competencias específicas o concretas. Como su nombre lo indica, se refieren a un oficio concreto. Como ejemplo, para ser vendedor, es fundamental tener las herramientas requeridas para establecer un buen trato con el cliente.
Competencias laborales más demandadas
Finalmente, hablaremos acerca de aquellas competencias que más se valoran en la actualidad y las que deberás tener en mente si quieres que tus colaboradores se vean beneficiados. Las que se nombren a continuación estarán incluidas en algunos de los tres grupos desarrollados previamente.
∙ El trabajo en equipo: nada es más valioso que un empleado con aptitudes para trabajar en armonía con su equipo. Tiene que ser la clase de persona que sabe complementar al resto para que así cada uno actúe de la mejor manera posible. Debe contar con la capacidad para delegar, valorar y aceptar lo que los otros pueden hacer o no sin envidiar y sin juzgar; debe llegar a acuerdos; generar diálogos con críticas constructivas para resolver conflictos, no crearlos; proponer soluciones a inconvenientes sin anteponer intereses personales. No es tarea sencilla hallar a alguien que reúna cada una de estas características, pero la búsqueda vale la pena. Por supuesto, aplica a los colaboradores.

∙ La organización: uno tiene que saber organizarse, ser responsable con el trabajo. Para esto, hay que priorizar los asuntos, cumplir con los distintos objetivos y entregar las tareas en un tiempo razonable. Estas son habilidades que, lamentablemente, muchos profesionales carecen. Sin embargo, resultan fundamentales para cumplir con las tareas y ser más productivos.
∙ La capacidad de análisis de datos y reportes: para cualquier empresa, la información va a ser un recurso muy importante. Por eso es que una de las competencias laborales más demandadas es la capacidad del candidato para analizar la información que se le proporcione. A su vez, debe poder generar reportes con el registro y lenguaje correcto, contenido claro y específico.
∙ La habilidad para tomar decisiones: más allá de saber trabajar en equipo, también hay que contar con cierta independencia como para tomar decisiones uno solo, decisiones que permitan resolver asuntos de su incumbencia sin estar acudiendo al jefe a cada rato.
∙ La orientación al cliente: esta competencia es casi una obligación en el mercado actual que consta de un nivel altísimo de competitividad.
∙ La creatividad e innovación: los colaboradores tienen que ser, por sobre todas las cosas, agentes de cambio en las organizaciones con sus grandes ideas.
∙ La comunicación efectiva para dar lugar a un ambiente laboral sano, placentero, donde se puedan presentar ideas de manera clara. Esto permite ir construyendo confianza con los otros y adquirir las herramientas requeridas para convertirse en un gran líder.
En conclusión, si lo que buscas es beneficiar a tus colaboradores, estas son las competencias laborales más relevantes. Permitirán armar un equipo lleno de talentos donde se obtendrán grandes resultados a largo plazo. Hay que saber reconocer las competencias para también sacar provecho de ellas. Todo esto es fundamental para hacer que la empresa crezca y, subsecuentemente, llevarla al siguiente nivel, el cual debería ser siempre el objetivo. Garantiza que tus empleados y tus colaboradores tengan una experiencia satisfactoria para hacer de cada ideal una realidad.