Guía de pausas activas en el trabajo: ¿cómo fomentar dinámicas saludables?

Los empleos pueden llegar a tener grados altos de exigencia, sobre todo, los que son de jornada completa y consisten estar frente a una computadora por más de seis horas a diario. Esta forma de trabajar se diluyó en gran parte luego de la pandemia, sin embargo, la modalidad presencial aún debe incorporar algunos ajustes para evitar que los empleados tengan dolencias físicas crónicas.

Las pausas activas en el trabajo consisten en una serie de ejercicios que buscan que el trabajador descanse, se mueva, pueda estirar los músculos y desconectar por unos minutos de sus responsabilidades laborales.

Realizar estos breves descansos fomenta el alivio de las tensiones que son, en la mayoría de los casos, generadas por el estrés. Esta pausa es más que un simple descanso ya que hay muchos beneficios que pueden observarse en los empleados que la aplican a diferencia de quienes no lo hacen.

Uno de los beneficios de esta práctica es que la persona que realiza pausas activas durante su jornada laboral muestra ciertos niveles de rendimiento y eficacia que resultan útiles para uno mismo y para la empresa. Descansar es necesario en cualquier ámbito para evitar atravesar los límites del agotamiento.

Poder tomarse unos minutos para luego continuar con la rutina produce un efecto minimizador de problemas, además de que la satisfacción se incrementa a través del enriquecimiento de las relaciones interpersonales dentro de la empresa.

El tiempo es un factor central dentro de la pausa activa, ya que no es necesario descansar durante un tiempo prolongado, sólo con 15 minutos es suficiente para lograr la desconexión parcial, realizar ejercicios y volver a enfocarse.

¿Qué hacer durante estas pausas?

Como bien dice el concepto, la pausa activa no consiste en descansar sentado en una silla sino de moverse. En este tiempo se pueden hacer ejercicios articulares de piernas y brazos, cadera, hombros, cuello y cabeza. Incluso pueden incorporarse ejercicios respiratorios o salir a caminar unos minutos y luego estirar.

Aunque es importante mover el cuerpo, puede que no sea posible salir a caminar porque el día no lo permite a causa del clima o el trabajador sólo dispone de unos pocos minutos. En ese caso, muchas empresas tienen espacios destinados a la recreación donde hay juegos interactivos para divertirse en grupo y así fortalecer los vínculos laborales además de descansar.

Meditar es otra de las pausas activas que se incorporaron en las compañías para potenciar el rendimiento de sus empleados. La meditación ayuda a generar una profunda desconexión en pocos minutos, ideal para quien necesite un verdadero descanso mental.

Existe la creencia errónea de pensar que este tipo de pausas no son útiles en el trabajo, incluso muchos empleados sienten que no las merecen o no son necesarias porque les da culpa no trabajar durante algunos minutos pero lo cierto es que forman parte de un circuito de descanso necesario para poder rendir.

Nadie puede trabajar seis u ocho horas seguidas sin ningún tipo de distracción, sin ir al baño o levantarse de la silla para tomar agua. Es, además de peligroso, injusto sobre todo cuando esa persona está realizando un trabajo que lleva tiempo y esfuerzo.

Las pausas activas buscan incorporar nuevos métodos para que el trabajo no sea tediosos ni algo que obligue a la gente a tener malestares físicos por no poder descansar de él. Durante la pandemia, muchos empleos modificaron su modalidad al homeoffice, lo que incrementó los casos de dolencias físicas.

A partir de la problemática laboral que se expandió a nivel mundial, en relación con la imposibilidad de dejar de trabajar, se establecieron límites sanos entre el trabajador y el empleado. Estos se expresan en las pausas laborales, la desconexión fuera del horario de trabajo y el derecho a un descanso semanal.

¿Por qué son necesarias las pausas activas en el trabajo?

Los beneficios de hacer pausas activas en el trabajo tienen dos dimensiones: la física y la mental. Darse tiempo para el descanso no solo aumenta la productividad sino que permite descansar física y mentalmente, lo que significa darse tiempo dentro de las obligaciones para que uno mismo sea la prioridad durante algunos minutos.

Disminución de estrés

Las pausas activas no sólo bajan los niveles de estrés, sino que permite que los músculos se relajen. Muchas veces una persona está tensionada frente a su computadora pero lo nota cuando se toma unos minutos para descansar, estirar y mover las articulaciones.

Mejora la postura

Las oficinas son grandes obstáculos para lograr una correcta forma postural y una espalda con musculatura saludable. El beneficio de tomarse descansos activos en el trabajo se vincula con fomentar el ejercicio, estiramiento y la movilidad para mejorar la postura y evitar posibles contracturas musculares.

Estimulación de la creatividad

Descansar permite trabajar la imaginación, ya que no pensar de forma continua produce el efecto contrario en alguien que se encarga de buscar nuevas ideas constantemente. Los trabajos que requieren trabajo mental deben incorporar descansos activos para estimularlo.

Favorecimiento de la concentración

Las pausas activas favorecen la concentración. Al estar mucho tiempo realizando la misma actividad, el cuerpo y la mente se acostumbran, lo que provoca una falta de atención que puede hacer perder el tiempo de forma indefinida, ya que es imposible retomar a la actividad inicial.

Es por eso que las pausas activas son necesarias para erradicar los vacíos laborales y reemplazarlos por actividades específicas donde se pueda trabajar la imaginación, la concentración y la estimulación mental.

En resumen, las pausas activas buscan una mejora en los empleados y en el funcionamiento de la empresa a través de la búsqueda constante de la capacidad de desconexión. Es una condición indispensable poder alejarse de las obligaciones por algunos minutos para retomarlas con más entusiasmo y ese es el objetivo principal de estas prácticas.

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